Identificar a tiempo la deficiencia de Nitrógeno, Fósforo o Potasio es fundamental para evitar pérdidas de rendimiento y tomar decisiones agronómicas más precisas.
Cada cultivo tiene necesidades específicas. Por eso, realizar un análisis de suelo completo —que incluya pH, materia orgánica, niveles de nutrientes y la historia del lote— es el primer paso hacia una fertilización inteligente y sostenible.
Aplicar la dosis justa, en el momento y lugar adecuados permite optimizar el uso de insumos, mejorar la productividad y reducir costos a largo plazo.
Prácticas sustentables que hacen la diferencia:
✔ Rotación de cultivos
✔ Siembra directa
✔ Coberturas verdes
✔ Uso racional de insumos
Estas prácticas, combinadas con una correcta fertilización, contribuyen a preservar la salud del suelo y a fortalecer la resiliencia de los sistemas productivos.
Cuidar el suelo es cuidar el futuro de la producción. 🌎💚
Autor: Fiorella Bianchi